Cómo romper malos hábitos

Romper malos hábitos
A veces ni siquiera sabemos cómo llegaron a nuestras vidas, pero todos tenemos un par de malos hábitos que queremos dejar.
Desde beber muchos refrescos (o cervezas si eres más granuja), pasando por viciarte a algún juego hasta perder la noción del tiempo.
Tal vez la única maratón que hayas corrido ha sido viendo series en Netflix, o te comes tanto las uñas que parecen muñones.
La lista se puede hacer interminable. 🤷
La buena noticia es que todos somos capaces de acabar con esos malos hábitos siempre y cuando nos tomemos el desafío con seriedad.
🗣️ El propio Aristóteles lo dijo hace un par de milenios atrás:
Lo que está en nuestro poder hacer, también está en nuestro poder no hacerlo.
Pero antes de entrar en profundidad en cuanto a las estrategias para romper malos hábitos, tenemos que empezar preguntando…
¿Qué es un mal hábito?
En el libro The Power of Habit, Charles Duhigg lo define como un patrón de comportamiento arraigado el cual tiene tres etapas:
- La señal: Es cualquier estímulo que activa o despierta el hábito dentro de tu cabeza.
- La rutina: El patrón de comportamiento. Son las acciones que tomas.
- La recompensa: El premio. Lo que obtienes a cambio de tu comportamiento.
Charles Duhigg también explica que una vez un hábito está arraigado por completo, entonces un nuevo elemento se agrega a la ecuación.
El deseo. Cuando la señal se activa en tu mente se despierta un deseo incontrolable para recibir esa recompensa. Cada hábito trae consigo una recompensa, de otro modo, no lo practicaríamos.
En conclusión, un mal hábito es cualquier hábito que se opone a tus objetivos a largo plazo. Llamémoslo como queramos; llevar una vida saludable, mantener una relación estable u obtener buenas notas en tus estudios.
La razón por la cual estos malos hábitos perduran tanto es porque están arraigados. Sin embargo, la mayoría de las veces es porque retribuyen con una recompensa a corto plazo.
A pesar de que estás consciente de que las recompensas a largo plazo son más importantes para ti, a nuestro cerebro no le gusta esperar y prefiere las recompensas a corto plazo.
En otras palabras, los malos hábitos hacen que actuemos en contra de nuestros propios intereses.
De hecho, hay un término para esto procedente de la antigua Grecia llamado Akrasia.
Si realmente quieres vencer la Akrasia y derrotar esa ‘programación’ en tu cerebro enfocada a corto plazo, la clave está en tener una razón muy clara, bien definida y convincente para romper este mal hábito.
🗣️Bruce Lee, en uno de sus diarios escribió lo siguiente:
Me doy cuenta de que los pensamientos dominantes de mi mente eventualmente se reproducirán en la acción física externa y gradualmente se transformarán en realidad física.
Por lo tanto, concentraré mis pensamientos durante 30 minutos diarios en la tarea de pensar en la persona en la que pretendo convertirme, creando así en mi mente una imagen mental clara.

Para Bruce Lee, esa razón convincente y motivación llegó gracias a la meditación intensa y la visualización.
Pero tú también puedes crear un recordatorio físico de por qué estás intentando romper ese hábito.
Cómo romper malos hábitos
👉 Crear un recordatorio visible
Fue exactamente la ruta que tomé para dejar el mal hábito de tomar 4 cafés al día.
Las razones para dejarlo no eran pocas, pero había una que era obvia: estaba exhausto. Durante gran parte de mis veinte, tomé por rutina beber café practicamente a todas horas, lo que me provocaba un trastorno del sueño importante y hacía que estuviera agotado cada día.

Pero a veces ese par de horas eran un poco más que un par. Y eso provocaba que me fuera a dormir muy tarde, por lo cual empezaba el día con pocas horas de sueño hasta que llegaba a afectarme anímicamente y mentalmente, ya que no me cundía en mis estudios ni en la oficina.
Definitivamente era hora de tomar cartas en el asunto.
Un día tomé la iniciativa cristalizar esta razón de una forma más visual y física. Fue cuando se me ocurrió editar una foto de mí en Photoshop para eliminar las ojeras de mapache que tenía. Conseguí la versión ideal de mí de cómo me gustaría lucir en el futuro. La foto la guardé en el teléfono y cada vez que tenía ganas de un café por la tarde me ponía la foto.
Sabía que sí caía en la trampa de tomarme un café tan tarde, estaba alejando en el futuro más y más la realidad de poder dormir bien. Esa estrategia ayudó enormemente. No obstante, aún era muy difícil resistir esos deseos tan intensos.
👉 Encuentra una rutina de reemplazo que te dé una recompensa similar
En mi caso fue mas o menos sencillo. Empecé a beber té por la mañana y rooibos por la tarde durante un tiempo. Sólo uno de cada, si tenía ganas de más, ya me pasaba al agua fresquita.
Esto me ayudó a poner el freno al café pero seguir teniendo algo caliente que beber mientras estaba trabajando o estudiando.

👉 Descubrir cuál es la verdadera razón de ese deseo o impulso
Mi experiencia es comparable con la del autor de The Power of Habit, Charles Duhigg. En algún punto de su vida desarrolló un mal hábito el cual consistía en salir todos los días a comprar una galleta. Cuando se dio cuenta pensó que tal hábito no era saludable, entonces ¿por qué lo estaba haciendo? ¿Acaso era porque sabía bien? ¿Porque era dulce? ¿Porque era la hora de la merienda? Pues, no era ninguna de esas razones.
Eventualmente, Charles se dio cuenta de que el único propósito de salir de su escritorio en la tarde para comprarse una galleta era una simple excusa. Solo quería darse un descanso y socializar con sus compañeros de trabajo. Esa era realmente la recompensa.
A veces ni siquiera es una sola recompensa, sino varias. Es entonces cuando tendrás que averiguar cuál es la recompensa principal para poder encontrar una actividad que la reemplace por un comportamiento más saludable .
👉Remover el acceso al hábito en la medida de lo posible
Es un paso crucial para romper con un mal hábito. En La Odisea, cuando Odiseo y su tripulación navegaron por las islas de las sirenas, amarraba a sus hombres al mástil de la embarcación y luego ponía cera de abeja en sus oídos. De ese modo, no podían escuchar los cánticos de las sirenas mientras seguía navegando sin caer en la tentación.

En este particular ejemplo queda demostrado que Odiseo sabía que cuando suprimía la tentación, era capaz de pensar racionalmente. Odiseo obtenía la suficiente fuerza de voluntad para continuar hacia el objetivo. Cuando su fuerza de voluntad flaqueaba ante la tentación, de todos modos no era capaz de caer en ella.
Usa esta técnica cuando estás tratando de romper malos hábitos. En mi caso, que trabajo en el mundo del marketing digital, las redes sociales representan una gran tentación, y por ende, distracción.
Para evitarlo, utilizo un programa que bloquea el acceso a cualquiera de estas páginas mientras estoy trabajando y así evito distraerme en la medida de lo posible.
👉El desafío de los 30 días
Es una técnica de las más populares y es precisamente por su eficiencia. Muchas personas encuentran imposible moderar sus malos hábitos. Por ejemplo, en ocasiones no es posible decir, “tan solo lo haré una vez a la semana,” sino que deben dejarlo por completo. No obstante, tomar una decisión tan radical es complicado, más aún cuando el hábito en cuestión es tan divertido como jugar videojuegos.
Para hacerlo más interesante, puedes sociabilizar ese desafío con algún familiar o amigo para que te ayude a vigilar que cumples con el desafío. Si no cumples, te toca pagar algo.
De esta forma estás poniendo una barrera extra que saltar que en muchos casos puede ser suficiente para frenarte y así no romper el desafío de los 30 días.
Lo más dificil es el principio, pero cada día se vuelve un pelín más facil.
Y ahora cuéntame, ¿Qué hábito llevas un tiempo queriendo dejar?
Newsletter productiva
Suscríbete a la newsletter productiva donde recibirás un email disfrutón de 5 minutos que podrás leer con el primer café de cada semana con consejos sobre cómo optimizar tu vida y algún que otro meme para alegrarte esos Lunes tan bonitos que a todos nos gustan.